Yo nunca (o casi nunca) estudié Filosofía. Al principio me sentí una privilegiada, sólo la cursé en primero de Bachillerato y el carácter del profesor la convirtió en una de esas asignaturas facilillas. Pocas preguntas, algún textitos, esquemas y poco más.

El análisis ha cambiado. Las preguntas llegaron pronto a mí, nada más traspasar por primera vez la puerta de la Facultad. Y es que el Periodismo, como la Filosofía, son preguntas. Constantemente. Unas veces sin respuesta, otras abren nuevos interrogantes, casi todas reflexiones apasionantes, repreguntas, incógnitas…. Muchas reflexiones. ¿Por qué?
Ni las 5W, ni el lead, ni el titular, ni el tuit, el Periodismo no se entiende sin los porqués. Tampoco la Filosofía; aunque eso llegó tiempo después.

Poco he estudiado de Filosofía, pero sí he intentado que los porqués marquen mi vida. Y tener a alguien al lado con quien compartir preguntas, dudas, interrogantes y reflexiones es más que un placer, es un auténtico privilegio, una alegría continua, una reafirmación de que las cosas pueden ser hermosas. Las preguntas conducen al conocimiento, y también al amor. Por el Periodismo y por la Filosofía. Y no sólo…

Creo que en el fondo, sí he estudiado Filosofía. Siempre seré una desplazada.