(BILBAO). ¿Somos humanos por el mero hecho de existir? La diferencia radica entre ser humano como categoría biológica, frente a tener humanidad como asunción de una vocación de apertura a los otros. Personalmente entiendo lo humano del ser como político desde el momento en que lo ético conlleva necesariamente un enfrentamiento con la realidad injusta. El punto de partida es la opresión en sus diferentes tipos de expresión. El punto de llegada es la justicia. Entre ambas desaparece la venganza y se trata de tránsitos, de procesos de liberación siempre contextuales. Es entonces cuando alcanzamos la dignidad de humanos, hecha posible desde cara-a-cara diversos como reconocimiento en nos-Otras (las víctimas) de la propia condición. No somos, no podemos serlo, sin los otros. No perdamos el Sur.