A Silvia la conocí editando sus textos y subiéndolos a la web. Aún recuerdo el primero. Era 2017, se cumplía la efeméride de la Gran Redada y no cabía en mi asombro al leer una historia de la que no tenía ni idea: el intento de exterminio del pueblo gitano durante el reinado de Fernando VI. Aquel artículo sobre Juana de Vargas, Lucía, Rosalía, Francisco de Paula, Nicolás, y sobre tantas gitanas y gitanos del siglo XVIII fue el inicio de otros muchos descubrimientos o encubrimientos que no sabía y de los que Silvia me alumbró.

Conocer a Silvia Agüero Fernández supuso para mí mirar a mis vecinas, aquellas que siempre veía en el parque de al lado de mi casa, pero nunca miraba. Y sus textos me revolvieron porque las cosas que me mostraban no es que no las conociera, es que no quería verlas. Los guetos, los estereotipos literarios, el exterminio nazi, el borrado de su lengua, ¡las esterilizaciones!, las políticas de integración y, por supuesto, el antigitanismo y las resistencias.

Mi feminismo es gitano, el monográfico que desde Pikara Magazine editamos con los textos de Silvia Agüero Fernández, es, como ella misma dice, «una cucharadita». Un poco de caldo para saborear los plurales feministas, un sofrito imprescindible para cualquier guiso, para cualquier debate que hable de ejes de poder y de desigualdad, de discriminaciones y de estereotipos, de interseccionalidad y de antirracismo. De antigitanismo

Y siempre, claro, con un poco de hinojo, esa planta silvestre que «gitaniza», como dice Silvia, y que hay que coger del campo. Y que añade un sabor extraño, algo así como anisado, a los paladares y que a veces incomoda. Porque los textos de Silvia Agüero, te guste su sabor o no, hay que degustarlos. Y ‘Mi feminismo es gitano’ contiene un excelente menú para que dejemos de ver y miremos a las gitanas, para que vayamos juntas a coger hinojos.

Por cierto, la imagen de la portada son semillas de hinojos, porque este especial es un germen.

 

[Publicado originalmente en Pikara Magazine]