(EN TRÁNSITO TEMPORAL) Ha pasado tiempo. A veces el tiempo es necesario. Otras, un náufrago entre lo incrédulo y lo impertinente. Admirada la vocación colosal de quien ofrece su tiempo y disposición a cambio de ‘nada’, compartido el anhelo de construir un mundo mejor y todo eso, el tiempo no va a encontrarme de rodillas para convertirme en su paria profesional. Y es que, la crisis también sirve para faltar el respeto a los trabajadores. No habría Periodismo sin tiempo. Y a medida que se sucede ese mismo tiempo, las tomaduras de pelo se detectan en seguida. Envolver un proyecto (lucrativo o no) como una ‘oportunidad de crecimiento’ a cambio de exigencias voluntarias y militantes es una estafa (de tiempo). Mi voluntarismo y militancia terminan donde empieza tu interés. Esta mañana me ofrecieron ‘crecer profesionalmente’. Por la tarde fui a nadar.