(MÉRIDA). Del primer reportaje (allá por junio de 2007) al último (acá por septiembre de 2015) ha llovido mucho, hasta acercarse al centenar de precipitaciones. En forma de geopolítica, de cooperación, de fracking, de conflictos, de Canal de Isabel II (una suerte de tira y afloja interesado con vida propia); el elemento líquido también ha caído como género, como privatizaciones, como grandes presas, como ríos, como desahucios; ha calado en modo derechos humanos, en modo viajes, en modo consumo, en modo desarrollo, en modo política; y ha dejado conflictos sociales, y ha dejado poder, y ha dejado alegrías y ha dejado penas; personas, nadies, instituciones varias, algunas gentes hoy convertidas en amistades. La sedvida ha traído incluso reconocimientos. Ah, y aguacates a-euro-la-pieza, otrora inalcanzables. Nunca antes estuvieron tan caros.