29/08/2010. (BABATI, TANZANIA). Tanzania es incómoda. Un oscurecer pronto y plomizo que no ofrece abrazos ni arrumacos de ningún tipo. Saborear ‘Tanzania’ es atragantarse con un país lejano que tiene cara de estar bostezando con la boca cerrada. No caben las carantoñas y sobran los motivos. Basta con entrar en ciertas oficinas para darse cuenta de que también aquí hay mucha gente repetida. Ya lo decía el sabio: sólo hay dos cosas infinitas, el universo (si nadie demuestra lo contrario) y la estupidez humana, que además es muy contagiosa. Adormecida por el goteo turístico y acomodada en la ayuda externa, Tanzania ofrece un discurso que, al ser sólo verdad a medias, es en realidad completamente falso. Más preocupados por la percepción que tienen de la realidad que por la realidad misma, sus líderes y gurús defienden un proyecto demasiado subjetivo como para no leer con preferencia en sistemas ajenos lo que en realidad responde a sus propias concepciones. Y si algo enseña Tanzania es no tener prisa. Después de todo, sólo hace 518 años que Colón llegó a América. Entonces, ¿para qué sirven las manchas del sol?

23/08/2010. El Fondo Extremeño de Cooperación al Desarrollo trabaja para la creación y el fortalecimiento de agrupaciones de municipios para la gestión de recursos en América latina. En Ecuador se fijan en Extremadura para mancomunar la recogida de basura.
Extremadura exporta mancomunidades
(
El Periódico de Extremadura, 23-08-10, Ecuador)
21/08/2010. (MOSHI, TANZANIA). Tanzania es literaria. Una bocanada de aire fresco que otorga a lo natural su fuerza más genuina pero también la más ingenua. Decir ‘Tanzania’ es conjugar un verbo seductor y extraño, intenso y trémulo. No es la misma al minuto siguiente de estrecharle la mano, como si la sempiterna metamorfosis fuera la única salida para descargar la intensidad de sus emociones. Recostada sobre una improvisada sucesión de planos de luz, Tanzania no sabe de tiempos: no lleva reloj porque es evidente que no necesita trocear la realidad para usarla en porciones. Es un presente que sueña la imprudencia del mañana doliéndose aún de su pasado; un impulso que prolonga el tiempo haciéndolo infinito y acercando lo real a lo imaginario. Las nubes vagan sin agobios, imitando tal vez el vivir calmo de sus gentes. Tanzania no entiende de prisas ni sabe de pragmatismos, tampoco de alta política pero sí de esperanza, de fe en algo mejor. ¿Por qué mirar las manchas del sol?

15/08/2010. Antonio Serradilla y el maratón celebraron sus bodas de oro. El deporte en sus más diversas variedades, formas y reglas copa gran parte de su tiempo libre. El deporte como negocio centra su vida profesional.
Vicio deportivo
(Runners, agosto-10)
15/08/2010. (MOSHI, TANZANIA). La mañana nació fea, con el cielo apagado y deslucido como un velo hecho jirones. Y la tarde no supo remediarlo: llueve en Moshi, que huele a tierra mojada. A barro húmedo que espera ser inmortalizado en la próxima pisada. Regreso a las vacaciones de verano en el pueblo; a las visitas al majuelo por aquel camino polvoriento y empedrado. Y a los domingos de futbol en El Plantío, tardes con sabor a puros, pipas y césped recién regado. Estoy en Moshi. Y huele a tierra mojada. Como lo hacía hace 15 años. Cuando África no era. Cuando Rymond, Remi, y Kidege no tenían tiempo ni espacio propios. Cuanto más atrás miro, más adelante veo. Hoy es España la que no existe. Y yo el que no soy. Una de dos: o en el mundo pasan más cosas raras que nunca o suceden las mismas que siempre pero estoy más informado. De momento, huele a tierra mojada.
09/08/2010. (ARUSHA, TANZANIA). Todo lo que es sólido se esfuma en el aire. Mil chelines tanzanos, un desayuno local con chapati (pan cocinado al estilo creps) y chai (té) incluidos, son cincuenta céntimos de euro. Pero me pregunto cuánto cuestan exactamente los cincuenta céntimos de euro. Las cosas cuestan lo que cuestan. La putada es que vivimos en un mundo en el que las matemáticas son lo más políticamente exacto. Y no es verdad, porque de ser así los cincuenta céntimos de euro valdrían lo mismo a un lado y a otro del charco. Es una cuenta con múltiples resultados, breves si los quieres breves, largos si los quieres largos. A decir verdad, no deseo calcular nada; no me parece un método correcto. Y además, estas líneas no valen ahora ni valdrán luego más de lo que antes valieron.